De acuerdo a una noticia publicada recientemente en un diario local, la venta de materiales eléctricos de uso domiciliario tales como enchufes, interruptores, entre otros productos, creció en 8% en el primer cuatrimestre del año debido al incremento de la demanda en el sector construcción.
Si a lo dicho le sumamos la cantidad de electrodomésticos, computadoras y todo tipo de artículos eléctricos que se han vendido en la última década y se siguen vendiendo, hace que recobre importancia la mejor medida preventiva a mano que tenemos: la visita de un electricista matriculado, para que evalúe nuestras instalaciones eléctricas, con tanta profesionalidad como se realiza en una industria (o debería!).
No podemos seguir pensando en llamar al electricista matriculado solo cuando algo anda mal o no funciona.