Indudablemente un mal líder puede afectar profundamente a una organización, al provocar un mail clima laboral, la renuncia de los mejores talentos, afectar la calidad del trabajo, bajar la productividad y los resultados. Muchas veces las personas con posiciones gerenciales no se están capacitadas para ser buenos líderes, o se encuentran dentro de una estructura de poder que no fomenta el desarrollo del buen liderazgo y esto modifica el clima organizacional.
Qué es lo que distingue a un buen líder: empatía, comunicación eficaz, conocimiento y manejo de sus emociones y la de sus equipos de trabajo, respeto por el trabajo de cada uno de los integrantes de la organización, espíritu de servicio, comprender el principio de la sinergia y aplicarlo, ser resiliente, ser agente de cambio y referente dentro de la organización y fundamentalmente ser una buena persona (las personas buenas, hacen cosas buenas por las personas) .
Por Maria Laura Rodriguez, Analista Universitaria de Gestión de Capital Humano.