«Cuando utilizamos colores para aprender, organizamos la información de forma visual y la hacemos más atractiva para facilitar su comprensión y memorización. Al asociar cada color con un tipo específico de información, nuestro cerebro crea códigos de color que facilitan la recuperación en la memoria. Los colores más llamativos como son el rojo o el amarillo ayudan a focalizar nuestra atención. El azul y el verde para fijar la información. Se usan para conclusiones Recuerda personalizar tu sistema de subrayado, no abusar de los colores y combinar con otras técnicas de estudio. Cuando subrayamos en rojo nuestro cerebro lo toma como fuerza, peligro o alerta. Lo utilizaremos para títulos y palabras claves como nombres, conceptos y fechas. El naranja lo identificamos como precaución, continúa al rojo y lo utilizaremos para ideas secundarias y ejemplos. El amarillo se asocia con la atención y la energía, marcaremos las categorías para memorizar el orden, como 1, 2, 3, A, B, C. El color verde la mente lo asocia a la naturaleza y la tranquilidad, por lo que marcaremos las explicaciones y las definiciones. Con el azul el cerebro percibe la calma y la reflexión; lo usaremos para las conclusiones y las conexiones entre ideas.» Gracias @psico_alas y Rosa Muñoz por compartirlo.