El Monte Saint-Michel tiene la particularidad de ser un islote rocoso rodeado de una maravillosa bahía, escenario de las mayores mareas de Europa.
El monte y su bahía, clasificados desde el año 1979 como Patrimonio Mundial de la Humanidad de la UNESCO, no esconde un castillo sino una majestuosa abadía!!!.
Aubert, obispo de Avranches, habría fundado un santuario sobre el Mont-Tombe en el año 708, después de tres apariciones sucesivas del arcángel San Miguel.
Dominando la inmensidad de la bahía, la abadía del Monte Saint-Michel es el punto culminante de la visita.
Como dato curioso, además la bahía del Monte Saint-Michel es el teatro de las mayores mareas de Europa continental.
Algunos días del año son especialmente interesantes para observar este fenómeno…cuando el coeficiente de la marea supera 110, el Monte se vuelve a convertir en una isla durante unas horas.
El agua cubre el dique sumergible y la roca se queda sin accesos al continente.
Majestuoso!!!.