Por David Harkins.

«Puedes llorar porque se ha ido, o puedes sonreír porque ha vivido.

Puedes cerrar los ojos y rezar para que vuelva o

puedes abrirlos y ver todo lo que ha dejado;

tu corazón puede estar vacío porque no lo puedes ver,

o puede estar lleno del amor por lo que compartisteis.

Puedes llorar, cerrar tu mente, sentir el vacío y dar la espalda,

o puedes hacer lo que a ella le gustaría:

sonreír, abrir los ojos, amar y seguir.»