El estrés puede facilitar o mermar el aprendizaje, todo depende del momento: La exposición a un breve estímulo estresante justo antes de un suceso puede reforzar la memoria a largo plazo de tal acontecimiento.
En cambio, de ocurrir la experiencia de estrés treinta minutos antes, el aprendizaje se ve perjudicado.
Según el estudio publicado en Neurobiology of Learning and Memory, señala que el efecto depende también del sexo de la persona.